Limpiando mi correo, me encontré uno de tus tantos mails,
el de tu despedida, nunca lo quise eliminar.
Y ahí quedara guardado como muchos otros, en donde me decías
bebe.
Me trae lindos recuerdos, te leo y es como si todo
volviera a su lugar.
Nunca te contesté y sé que nunca encontraras este blog
así pues mi respuesta quedará aquí, en el ciberespacio.
Me decías que tenía miedo.
Nunca tuve miedo, a tu lado era imposible tener miedo, fui
la mujer más feliz sobre la tierra y tú eras la culpable; estaba dispuesta a
dejar todo y seguirte al fin del mundo.
Hay noches en las que me recuesto en el jardín, hablándole
a la luna pronuncio tu nombre en voz baja para que no me escuchen las chismosas
estrellas, espero que la luz de la luna te lleve mis besos.
Cierro los ojos y me pregunto qué estarás haciendo,
revivo nuestro primer encuentro...
No nos conocemos personalmente, siempre ha sido por chat,
por teléfono, por mensajitos, hoy es el gran día; mensajes van y vienen;
- Ya estoy abordando el avión, no vayas a faltar ¿eh?,
nos vemos en el aeropuerto.
- ¿Cómo vienes vestida?
- Jeans y playera, ¿y tú?
- Yo llevo un pantalón blanco, botas y blusa
Mis manos temblando todo el trayecto, pidiendo que no
faltes a la cita, que no me des plantón, cierro mis ojos y visualizo la única
foto que me enviaste aquel diciembre, antes de los festejos; sentada en su
silla, con la pierna cruzada, cabello corto, rizado y una enorme sonrisa.
Bajé del avión, buscando en donde recoger mi equipaje...
te mando mensajito
-Ya aterrice, ¿en dónde
estás?
- Mirándote - fue
tu respuesta-
Volteo rápidamente
a ese ventanal de cristal que nos separa
Te busco ansiosamente, buscando entre esas caras la tuya,
buscándote por cualquier indicio, tu ropa, tu sonrisa, ¿dónde estás?, en eso
mis ojos cruzan unos hermosos ojos y me pregunto ¿es ella?... esbozo una tímida
sonrisa esperando me sea devuelta....nada...en eso dejas de martirizarme y sonríes.
Eres tú, la mujer
que he esperado por meses conocer personalmente, no veo nada más, todo se
vuelve borroso y en medio de todo estas tú.
Llegamos al hotel,
una habitación, dos camas, te sientas en una de ellas mientras yo dejo mi
equipaje, me siento al borde de la otra cama, te veo largamente, acariciándote
con la mirada, no entiendo que debo hacer, no sé qué o cómo actuar frente a una
mujer, frente a quien tiene mi corazón en sus manos.
Me levanto y me
acerco lentamente, te veo fijamente a los ojos y me acerco buscando tímidamente
tus labios, pensando que te reirías de mi inexperiencia.
Me dices, pensé
que nunca lo ibas a hacer, que te daría miedo.
Respondes mi tímido beso, pasando de la timidez a la fogosidad,
llevándome al cielo, todo se nubla, todos mis sentidos andan como locos, tus
besos hacen que pierda todo sentido, solo existes tú.
Solo existe tu
cuerpo enredado en el mío o el mío enredado en el tuyo, pasan las horas,
dormimos, despertamos y nos entregamos nuevamente al placer que me enseñas.
Hacemos una pausa
para alimentarnos, un club sándwich, unos bollitos de queso, unas micheladas...
Me siento con las
piernas flexionadas, abrazándolas con mis brazos con mi cabeza apoyada en las
rodillas, ¿recuerdas?; te veía profundamente, fotografiando cada detalle.
Me decías con tu
voz ronquita, no me veas, me pones nerviosa.
No podía dejar de
verte, me tenías cautivada.
Al día siguiente
para ir a desayunar el descanso de la escalera, en ese pequeño trayecto, en
donde las miradas indiscretas no nos alcanzaban, te tome de la mano y
furtivamente te robé un beso.
Tú me enseñaste
todo, me enseñaste como ama una mujer.
Me gustaba abrazarte por la espalda y susurrarte al oído,”
mon cheri".
Sigo recordando nuestro jueguito de "luchitas"
a ver quién ganaba si con TDK o con Box, las risas cuando salíamos
"volando".
Aún siguen las plantitas que se secaban cuando hablábamos
por teléfono, decías tú; paso junto a ellas todos los días y sonrió.
Son recuerdos felices, me recuerda cuando fui
inmensamente feliz y tú eras la culpable.
Una vez después de
nuestra ruptura me preguntaste que haría si tuviera una máquina del tiempo, te
contesté que la regresaría hasta antes de inscribirme al foro, en donde nos
conocimos, no me inscribiría cerraría esa página y seguiría en mi vida como
estaba. Estaba enojada contigo.
Hoy si volvieras a
preguntarme, te contestaría; la regresaría al momento en que bajé del avión y
en la sala donde esperaba mi equipaje, viví mi cabeza a la sala con ese enorme
cristal y ahí estaba parada la mujer de mis sueños diciéndome - Mirándote
- y mirándome a los ojos, preguntándome
con esa hermosa mirada si era yo, y cuando le sonreí esperando como respuesta
una sonrisa corroborándome que era ella, la mujer por la que mi corazón moría y
revivía en cada latido, por la que mis sueños se convertían en realidad, la
mujer que puso mi vida de cabeza.
La mujer que amé
profundamente, con cada fibra de mi ser.
¿Sabes que es lo
que más extraño?, nuestras largas charlas, las risas, las carcajadas hasta las
lágrimas, el estar haciendo el amor teniendo de fondo musical todas nuestras
canciones.
Me dedicaste miles de canciones, con ello me hiciste
Coleccionista de canciones,
¿Sabes una cosa?, mi primer y única serenata ha sido la
tuya, te quiero niña hermosa.
Sigo pensando, ¿Cómo puede ser, que amándonos tanto...?
Te amé con cada fibra de mí ser, con cada pensamiento,
con cada mirada.
Hoy sabiéndote feliz, cierro este capítulo de mi vida,
sabiendo que en esta vida, no nos tocó estar juntas.
Tú me escribiste
- Te amé a
destiempo de eso no me queda duda, pero te amé con todos mis sentidos y puse en
ese sentimiento lo más limpio de mi corazón, se feliz y si puedes recuérdame
bonito. -
Estas palabras viven en mí, y seguirán ahí
No te recuerdo bonito, te recuerdo es HERMOSO lo más
hermoso que me ha sucedido, el más puro y profundo amor.
Te amo bebe...te amé...Fin
Solo un minuto le robo al tiempo para estar contigo.